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Los locales comerciales se convierten en una nueva tendencia para las viviendas turísticas

El Registro de Turismo inscribe en Málaga los primeros inmuebles de alquiler vacacional ubicados en antiguos comercios

Las viviendas turísticas en antiguos locales comerciales son la última tendencia de un negocio que se mantiene imparable y que ha encontrado en el cambio de uso comercial a residencial una alternativa a la carencia de viviendas a precios asequibles y a los problemas con las comunidades de vecinos. Es también una salida ideal para locales que llevan cerrados, incluso, años. En el Registro de Turismo de Andalucía ya se han inscrito en Málaga los primeros inmuebles de alquiler vacacional en antiguos comercios, ubicados a pie de calle y con una puerta de entrada y salida independiente al del resto de vecinos. Desde Turismo señalan que siempre que la vivienda cumpla con lo establecido en la normativa andaluza para inmuebles con fines turísticos no hay problema alguno para su registro, con independencia de si se ubica en un local o en una oficina, siempre y cuando tenga aprobado el cambio de uso a residencial. Además, advierten de que en los últimos meses es constante, a diario, explican, las consultas sobre este asunto. Un fenómeno que, por el momento, se concentra en la capital de la Costa.
En este sentido, el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, admitió que existe un cierto repunte en las solicitudes para convertir locales comerciales en viviendas, pero aclaró que las autorizaciones para ello se conceden teniendo únicamente en cuenta que el proyecto cumpla con los condicionantes técnicos de habitabilidad que se exigen para una vivienda, sin tener en cuenta si posteriormente se le va a dar un uso turístico o no. Pomares admitió que no le parece mal el uso turístico de las que puedan realizarse en bajos comerciales «porque se les presupone que van a tener un acceso independiente del resto del edificio, lo que evita problemas de convivencia con los vecinos». Asimismo, indicó que se está barajando la posibilidad de establecer zonas para determinar si existe una mayor o menor concentración de este tipo de alojamientos. «Una fórmula para limitarlos podría ser exigirles un acceso independiente a aquellas viviendas turísticas que se quieran poner en marcha en una zona con una elevada concentración de estos pisos, y en ese sentido la opción de habilitarlos en un local comercial podría ser viable», explicó.

Alexandra Abad, responsable de Ventas de la inmobiliaria Prados, con seis oficinas en la capital, asegura que la búsqueda de locales para convertirlos en viviendas es ya el principal negocio de esta empresa. Señala que un 60% del cambio de uso se hace para crear domicilios particulares y el 40% restante para destinarlos al alquiler vacacional. Sobre este asunto, apunta que cuentan con una importante cartera de inversores nacionales interesados en adquirir locales para entrar de lleno en la actividad de los inmuebles turísticos. «El único requisito es que cuenten con el cambio de uso a residencial. Suelen ser clientes que disponen de unos 400.000 euros que quieren destinar a poner en marcha en antiguos comercios dos o tres viviendas para alquiler al turista», precisa Abad.

Principales barrios

En el punto de mira están los barrios que rodean al Centro Histórico, así como Carretera de Cádiz o Huelin, que son los preferidos para esta nueva tendencia. «En estas zonas la ocupación de las viviendas es del 80 y el 90%», detalla la responsable de Ventas de la inmobiliaria, que asegura que en el último año se ha acentuado esta demanda. «Hemos vendido unas cuarenta viviendas en locales comerciales», matiza, considerando que es una opción buena para los propietarios de los locales que encuentran en este formato una nueva salida, para las comunidades de vecinos y para los inversores que subsanan así la carencia de inmuebles de segunda mano. El perfil del local que buscan estos inversores es de entre 90 y 200 metros.

Esta tendencia se extiende también a antiguas oficinas ubicadas en las primeras plantas o en las entre plantas de los edificios. Ejemplo de ellos es el inmueble que se ha estrenado en el alquiler vacacional este mismo mes, ubicado en pleno Paseo Ciudad de Melilla, en lo que hasta hace poco era un centro de negocios. «Estamos encantados con el proyecto y sorprendidos con los resultados en el poco tiempo que llevamos con esta actividad», señala la propietaria, que cuenta cómo se gestó Diamond Apartaments. «Estamos ante un centro de negocios reconvertido en apartamentos vacacionales. Para ello, primero hubo que hacer una segregación para dividir en dos la primera planta, para después destinar la mitad de la primera planta a apartamento vacacional. Para ello se solicitó, en primer lugar, el cambio de uso de oficina a dos viviendas. Una vez concedido hicimos una declaración responsable ante la Junta de Andalucía con toda la documentación, más los dos números nuevos de referencias catastrales, y es cuando nos inscriben en el Registro de Turismo para poder operar este nuevo proyecto». Son parte de las nuevas tendencias en viviendas turísticas.

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